Un edificio que extiende la plaza a su arquitectura
El Edificio D’Halmar se inserta en un barrio tradicional de Ñuñoa, en contacto directo con la Plaza Augusto D’Halmar. Su diseño extiende la vegetación y el paisaje urbano a sus fachadas, logrando una integración armónica con su entorno inmediato.
El proyecto está compuesto por dos volúmenes independientes que se abren hacia el paisaje, privilegiando la vista y la calidad de vida de los residentes. La fachada, con tonos verdes y pasillos abiertos, genera una conexión visual y espacial con la plaza.
Ubicación:
CHILE, Región Metropolitana, SudaméricaAño:
2011Superficie:
13.565 m² - 146.012,44 ft2Cliente:
Exxacon ChileEstado:
TerminadoNominaciones:
Primer puesto Premio ISU 2014 (Innovación, Sustentabilidad y Urbanismo), categoría Vivienda en Altura o EdificioDestino:
ResidencialEquipo de arquitectura:
ARCHIPLAN
Diseño
El proyecto reinterpreta la plaza como parte del edificio, extendiendo su materialidad, colores y vegetación a la arquitectura.
Integración
Los accesos enmarcados en madera capturan la esencia del barrio, conectando la arquitectura con la escala peatonal y la comunidad.
Espacios verdes
Los jardines exteriores se incorporan al diseño del edificio, permitiendo que los departamentos en primer piso cuenten con áreas privadas ajardinadas.
habitabilidad
Las unidades varían entre 38 m² y 118 m², ofreciendo espacios flexibles de 1 a 4 dormitorios con vistas privilegiadas a la plaza.
Conectividad
Ubicado cerca del metro Príncipe de Gales y futuras autopistas, el edificio se integra a la red urbana con múltiples accesos.
Innovación
Los pasillos abiertos con vidrio esmerilado permiten el paso de luz natural, generando dinamismo y transparencia en la volumetría del proyecto.

MATERIALIDAD Y EXPRESIÓN
El edificio destaca por su envolvente en tonos verdes, en sintonía con la plaza. Sus elementos constructivos refuerzan la continuidad entre la arquitectura y el espacio público.
Las terrazas y espacios comunes ofrecen áreas de reunión para los residentes, mientras que la azotea incorpora zonas privadas y colectivas con vistas a la ciudad.

CALIDAD DE VIDA URBANA
Los accesos abiertos y los jardines perimetrales generan una relación fluida entre interior y exterior, integrando el edificio a su entorno inmediato.
El paisajismo interior y la piscina aportan espacios de bienestar para los residentes, complementando un diseño que prioriza la luz, ventilación y confort.

D’Halmar no es solo un edificio, es un homenaje a su entorno. A través de su diseño y materialidad, fortalece el carácter del barrio, creando un espacio donde arquitectura y naturaleza convergen.
La conexión con la plaza, sus accesos abiertos y el trabajo cromático en sus fachadas consolidan una propuesta pensada para habitar en equilibrio con la ciudad.